El viaje de Chihiro. Segunda parte, la entrada al reino de los espiritus.

La primera señal que aparece desapercibida es una puerta. Una torii, puerta, usualmente la entrada de un templo. La torii es una puerta para los dioses shinto. El shintoismo es una religión japonesa en donde todo lo que existe en la naturaleza tiene un espíritu sagrado, los Kami. Marca, entonces, la diferencia entre un espacio sagrado y uno profano. También, etimológicamente, esta relacionado con el pájaro, siendo entonces otro símbolo del espíritu que vuela, solo que, en el caso del torii se relaciona con el posar de pájaros, como una invitación o explicación a que el espíritu puede descansar tranquilamente en el templo. Pero también, en relación con la Mitología Shinto y Amateratsu el Torri fue usado para despertar a la Diosa del Sol, con el canto de los pájaros, por lo que seria una invitación al despertar espiritual, guiado por los dioses, en paz.

Así que no entraban en cualquier lugar… Las casitas son lugares donde la gente deposita sus rezos, simbolizando que hay que entrar con Fe. Su mama dice, no sea que nos perdamos aquí, el padre responde “tenemos un gran vehiculo”. Estamos preparados para el viaje del despertar espiritual si entramos con fe y decisión.

Sin embargo el camino no es fácil, es bien tortuoso, lleno de piedras y es atemorizante. Es un Gran sacudon!!

Ve una imagen de un ídolo de piedra, que le sonríe enigmáticamente, el mismo que mas adelante detendrá su camino ante la puerta. Podría ser una advertencia. ¡Piensa bien en que vas a hacer!

Interesante que, poco antes de entrar la madre grita “nos vamos a matar”

El viento, les indica el camino. El padre, el ego, dice ¡sigamos! La madre, el súper ego, el orden dice que, mejor seguir con las responsabilidades, Y la niña teme a lo que podría ver, se aferra a su madre, porque viene el paso por el túnel.

Aquí el túnel podría simbolizar el paso a otro mundo, el mundo de los espíritus.

El paso de la sala de espera vacío, a la luz, la mente en blanco para llegar al espíritu, nos recuerda la meditación. Una ventana de cuatro colores nos señala una fuente que esta seca. Pronto se llenara de luz