lunes, 28 de marzo de 2011

Soltar el Paradigma de Victima de Jennifer hoffman



un Bello Articulo de Jennifer hoffman, nos invita a Reflexionar y confrontar , que tanto hacemos
este juego Psicologico.

Todos tienen una historia de víctima, un recuerdo de una situación en la que se sintieron impotentes, fuera de control o indefensos. Los detalles de la historia de víctima son muy reales y sirven como un recordatorio que a pesar de nuestros mejores esfuerzos, podemos ser superados por personas o eventos y nuestra vida puede cambiar en un instante.

Sin importar cuándo comenzó por primera vez la historia de víctima, cada detalle está grabado en nuestra mente como un recordatorio que estamos a un paso del desastre. Pero esta no es la intención de nuestras experiencias de víctima. Todos nosotros pasamos por diferentes aspectos de ser una víctima en nuestra vida, comenzando con la niñez cuando somos vulnerables y dependientes, hasta la adultez en donde tratamos de lograr nuestros sueños ante lo que pueden parecer retos insuperables. Somos enfrentados con elecciones de ser una víctima o elevarnos sobre nuestras limitaciones percibidas para volvernos victoriosos y pararnos en nuestro poder. El paradigma de víctima es una que toda la humanidad debe – y puede – superar y liberarlo es parte de nuestro viaje espiritual individual y colectivo.

Nuestra historia de víctima puede comenzar en la niñez cuando recordamos incidentes de ser intimidados por otros, donde nuestros padres no estaban disponibles emocional o físicamente o donde nuestras necesidades no fueron satisfechas de alguna manera. O quizá algo sucedió, como una enfermedad, abuso, o una vida hogareña difícil, la muerte de nuestros padres o hermanos que crearon trauma y comenzaron a crear el paradigma de víctima en nuestra vida.

Sin darnos cuenta de ello, ese paradigma se convierte nuestro diseño de vida y determina el curso que nuestro camino tomará. Entonces atraemos personas y situaciones que se relacionan e incluso realzan nuestro diseño de víctima porque esa es la energía con la que vibramos. Cuando nos preguntamos por qué las personas no son respetuosas, no nos honran o parecen salirse de su camino para bloquearnos en cada esquina, o por qué la vida es difícil, no somos felices, no tenemos suerte o estamos insatisfechos, la respuesta yace en nuestro paradigma de víctima. Mientras que podemos sentirnos muy solos con nuestra historia de víctima, cada persona tiene uno. Incluso la persona más consumada alberga un miedo secreto para el que se convertirán en víctima por algún incidente pasado olvidado, un recién llegado que los ensombrecerá o se enfrentará con una lucha que revelará una debilidad.

Mientras que quizá no nos llamemos víctimas, nuestros pensamientos, creencias y acciones dicen otra historia. Una víctima tiene muchos problemas, decepciones, expectativas no logradas y sueños no cumplidos. Con frecuencia ellos piensan que otros parecen ser más suertudos, más dotados, bendecidos o conectados de lo que ellos están. Una víctima comparte sus historias de víctima con todos porque quieren compasión y saber que no están solos en su infelicidad. Ellos pueden haber recibido "entrenamiento para víctima" de su familia, lo cual pueden tener patrones generacionales de creencias de víctima. Y ellos se
convierten en víctima de su propia historia de víctima. Entonces ellos atraen víctimas y a
aquellos que se aprovechan de ellos porque cuando somos una víctima atraemos tiranos, personas que necesitan controlar, manipular o dominar a los demás para sentirse poderosos.

Cuando estamos operando desde el paradigma de víctima enviamos un mensaje en silencio a
los demás de que no somos poderosos y que ellos son más poderosos que nosotros. Cuando
necesitamos ayuda podemos encontrar a alguien que responda al llamado pero si le
entregamos nuestro poder a cambio de su ayuda, estamos empujándonos más hacia el paradigma de víctima. Entonces nuestro salvador y rescatador puede convertirse en la persona que nos controle, entonces el salvador se vuelve un tirano y nos paramos de un papel de víctima a otro.
¿Cómo podemos liberar el paradigma de víctima, algo que muchos Trabajadores de la Luz han venido a hacer? Primero debemos entender la razón del paradigma de víctima y después tomar una decisión aunque podamos estar en un ciclo de víctima cuando estamos eligiendo.

Nuestro viaje espiritual puede ser comparado con la ceremonia Nativa Americana de recuperación del alma, en donde un shaman lleva al buscador en un viaje para recapturar las piezas del alma que han sido perdidas en traumas de vidas pasadas. En cada vida se nos proporcionan oportunidades para sanar traumas antiguos que están enterrados dentro de nuestra memoria del alma y ADN emocional y para regresarnos a nosotros mismos a lo espiritual y la totalidad emocional. Estas situaciones se nos revelan en formas diferentes en que nos sentimos como víctimas, en los varios entrenamientos de "victimismo" que se nos ofrecen, por aquellos que están de acuerdo en crear oportunidades de víctima para nosotros.

El viaje a la totalidad comienza con nuestra habilidad para encontrar nuestro centro espiritual, en donde podemos comenzar a reconectarnos con nuestro poder y comenzar el viaje a la re-conexión con el mismo.

Esta también es la historia del viaje de la humanidad desde su inicio hasta ahora, el tiempo en el que estamos cambiando hacia nuevas vibraciones de ser. Como una familia humana tenemos la oportunidad de salirnos del paradigma de víctimas y recordad nuestra conexión con la Fuente, la divinidad y nuestro poder. Nuestras historias de víctima están basadas, de hecho, en esta vida y en anteriores. Existen situaciones en donde las personas abusaron de nosotros, se aprovecharon de nosotros o no hicieron lo que creímos que deberían haber hecho. Pero dentro de cada una de estas historias de víctima hay una lección kármica, un contrato del alma, y un punto de inicio para nuestro viaje al perdón, transformació n y cierre.

Tenemos una elección para permanecer como víctima y continuar sufriendo en impotencia o unir las piezas heridas de nuestra alma y volvernos victoriosos maestros espirituales que entienden la imagen más grande y pueden elegir la sanación sobre el dolor, el momento presente sobre el pasado y una vida de abundancia y satisfacción sobre carencia y pena. A todos se nos da una oportunidad para reconocer nuestro estado de víctima y elegir otra opción, crear un paradigma de nuevo mundo en donde no haya víctimas y liberemos este paradigma de la energía de la tierra para siempre.

domingo, 27 de marzo de 2011

El viaje de Chihiro. parte 12, Seniba y el final

En casa de Seniba, Chihiro descubre que el “bicho” que mato, era en realidad algo que Yubaba había sembrado dentro de Haku para dominarlo.

Seniba no puede ayudar a Haku, pero le da la clave a Chihiro.

- “Me gustaría ayudarte, pero no hay nada que pueda hacer por ti, es una de nuestras reglas. Tendrás que ocuparte su sola de tus padres y de tu amigo el dragón”

- “pero no podrías darme al menos una pista tengo la sensación de que Haku y yo nos conocimos hace mucho tiempo”

- “en ese caso es fácil nada de lo que ha pasado se olvida, aunque tu no puedas recordarlo”

Tenemos la falsa ilusión, de que no recordamos nuestras vidas anteriores, pero lo aprendido en estas no se olvida.

Así Chihiro rompe el hechizo de Haku, recordando que en realidad era un río que fue secado en nombre “del progreso”.

El bebe regresa a su madre, Yubaba, mas envalentonado, y a Chihiro le toca saber cuales son sus padres a lo que ella, muy Zen, responde. “no están ahí”. Claro que no lo están ya han sido liberados al ella cumplió su promesa. Listo, roto el contrato, solo tiene que irse.

Sin mirar atrás.

Volverá a ver a Haku. El siempre estará con ella.

¿Sus padres? Ni se acuerdan de nada.

El viaje de Chihiro. Onceava parte, Encargandose del "Sin cara"

Pero antes tiene una “cosilla” de la que ocuparse. El “Sin cara” que estando enorme ya no le satisface nada mas, solo quiere a Chihiro, ella es lo que el esta buscando.

En posición de meditar lo enfrenta:

- “Ven aquí Zen, ¿Qué es lo que deseas? Dímelo, puedes decírmelo. “

- “ y tu de donde eres? Lo siento pero debo ir a un lugar ahora mismo. Deberías regresar al lugar del que viniste, además tú no podrás ayudarme en lo que yo deseo. Dime ¿Dónde esta tu hogar? ¿Dónde están tus padres?

El “sin cara” comienza a retorcerse.

- “no quiero, no quiero. Estoy solo, solo.

- ¿No puedes volver a tu casa?

- Quiero a Zen, quiero a Zen

- ¿No puedes volver a tu casa?

- Toma el oro, tómalo.

- Si vas a comerme primero comete esto, lo guardaba para mis padres pero puedes tomarlo, tómalo.

El niño, es quien la defiende mordiendo valientemente al monstruo. El pastel de hierbas hace su función y el “sin cara” comienza a depurarse. Persiguiéndola mientras para vengarse, y regando su todo lo que se trago convertido ahora en porquería.

Finalmente logra Chihiro montarse en el tren, con sus ahora nuevos acompañantes, el pájaro, el ratón y el “sin cara”. Ahora amansado.

Yubaba ahora, gracias a Haku, comprende que ha perdido mas de lo que había imaginado, por su ambición perdió a su bebe, y el oro se convierte en arena. Todo su poder es inútil.


El viaje de Chihiro. Decima parte, Haku envenenado

Entran en la historia dos nuevos personajes, el bebe de Yubaba y la hermana gemela de Yubaba, Seniba.

El bebe es muy amado y mimado, pero esta imposibilitado de moverse o tener contacto con el mundo exterior, su tía, lo convertirá en ratón para que el ahora pueda conocer el mundo que se ha perdido. Por otro lado la hermana de Yubaba busca venganza por el robo de su sello, ha sido ella la que ha atacado a Haku.

Le toca, pues, a Chihiro superar, Los miedos infantiles, la sobreprotección maternal y al espíritu de venganza. Su amor por Haku lo hará posible.

Seniba, la hermana de Yubaba, le explica que los dragones jóvenes son buenos y demasiado ingenuos, por querer poder, Haku se convirtió en esclavo de Yubaba. Y eso es ahora lo que le estaba matando.

Mientras descienden Chihiro recuerda donde conoció a Haku, el la salvo en una vez anterior.

La ayuda de nuevo, Hamashi, quien le explica, de nuevo que es lo que sucede. Que Haku esta envenenado por un potente hechizo. Pero que el nada puede hacer, Chihiro sabe que tiene ella tiene la solución, el pastel de hierbas amargas, que lo ayudara a limpiarse.

Con esto logra salvar a Haku del veneno, y sacarle el sello, pero el dragón ha quedado muy mal, Chihiro comprende que tendrá que devolver el sello para salvarlo.

El viaje de Chihiro. Novena parte, El "sin rostro"

Ahora veremos al “sin rostro”.

El aprendió que todos comenzaron como locos a agarrar el oro, así que supo que con eso podría atraerlos, su primera victima, el sapo que denuncio a Chihiro. Cae fácilmente y es devorado, con esto se roba la voz del sapo y algo de su apariencia. Así irán cayendo uno a uno. Solo que ahora puede hablar, con la voz que se robo. Así con oro atraerá la atención de todos los empleados.

Mientras Chihiro le ofrece del pastel a sus padres, en un sueño, así comprende que con eso ella podrá ayudarlos.

A pesar de que todos están alborotados rindiéndole pleitesías al “sin cara” por todo el oro que este riega por doquier, Chihiro presiente algo, sin embargo no le da importancia ni a l presentimiento ni al cliente rico, porque lo de ella no es acumular oro, sino salvar a sus padres y poder salir de ahí.

Viendo a la distancia, observa que ya el río es prácticamente un mar. Sus poderes psíquicos han aumentado mucho.

Y a lo lejos ve a Haku, en forma de Dragón, peleando con lo que parecen ser pájaros que le están haciendo mucho daño, pero en realidad son figuritas de papel. Ahora le tocara a Chihiro proteger a su protector.

Mientras eso sucede, el “sin cara” ha hecho estragos, se lo ha comido todo e hinchado desfila por los baños como un gran señor. Los empleados suplican propinas con unas cajitas. En esas Chihiro desesperada intenta llegar a donde Haku, y se tropieza, con el desfile del “Sin cara”, quien anhelante, le ofrece oro a manos llenas. Chihiro le rechaza, ella no necesita eso. Ella esta ocupada, tiene una misión más importante, no esta para perder tiempo en banalidades ni en falsos placeres.

El “sin cara” monta en cólera y comienza a pasar factura por todo el oro regado, y va comiéndose uno a uno a los empleados que aceptaron ese dinero con tanta avaricia. Esta aquí muy claro quien es el, la avaricia, la gula, el facilismo, la falsa promesa de conseguir cosas sin trabajar, que, a la larga, siempre cuestan muy caro.

Y ajena a todo esto nuestra niña valientemente desafía hasta la gravedad, todo por su amigo.

El viaje de Chihiro. Octava parte, El Dios apestoso.

Chihiro ve al “sin cara” fuera de los baños, mojándose en la lluvia, sin pensar el porque no había entrado, ella lo deja entrar. Ella literalmente deja la puerta abierta para que el entre,

Este personaje merece un estudio aparte.

El es una parte de Chihiro, una que tenemos todos, nuestro lado oscuro. El que tenemos que perfeccionar y dominar.

El sin cara la ayuda a obtener justo el jabón que ella necesita para limpiar, sin que ella se lo pida. Y a partir de este momento la persigue, sin hablar. Ofreciéndole más tablillas que ella no le ha pedido y que cree no necesitar, lo rechaza, pero las tablillas quedan ahí, luego las utilizara.

En paralelo viene un Intruso, un dios apestoso, que lenta y pesadamente va literalmente escurriéndose hasta el baño. Y apestando todo a su paso.

Chihiro ha de soportar el hedor, es, para Yubaba un castigo, para Chihiro algo que no pude evitar. Igual se esfuerza, a pesar de la suciedad y la porquería. Y se da cuenta que el dios tiene algo atorado en el pecho. Yubaba en seguida comprende que no era un dios apestoso, y pide a todos que ayuden.

Era El espíritu del río, el pobre lleno de contaminación. Le da las gracias a Chihiro y una especie de pan. De entre la porquería y el barro a medida que sale de el agua limpia se ver relucientes pepitas de oro.

Yubaba felicita y abraza a Chihiro que, en su primer trabajo ha traído grandes riquezas al lugar y grandes alegrías, poniéndola de ejemplo.

Más tarde Chihiro comerá junto a su comida de un poco del pan especial, que de seguro le supo amargo. Porque es de purificación.

El viaje de Chihiro. Septima parte, De Chihiro a Zen, comienza el trabajo

Ahora Chihiro ha de firmar su contrato, pero ni lo lee. Con este Yubaba le despoja del nombre, de su esencia, se apodera de ella, le cambia el nombre convirtiéndola en otro ser. Pudiendo darle cualquier nombre le llama ZEN…

Zen, doctrina filosófica japonesa basada en el estoicismo, en la meditación y la renuncia. La definimos aquí muy escuetamente, porque hablar del Zen, da para hacer libros enteros.

Reaparece Haku, pero como si no conociera a Zen. La lleva al aposento de los sirvientes y se la da a lin, quien hace también como si no la conociera, y lamenta tener que orientarla. Pero igual la ayuda con afecto.

Ahora Chihiro duda de Haku, cree que Haku la ha manipulado de alguna manera, comienza a dudar de el, pero es que a el no le queda otra. Ha de hacerlo con fortaleza. Tiene que lavar su uniforme, prepararse ella misma.

Ella ha llegado a un nuevo nivel, ahora los hollines la ayudan, con sus zapatos. Lo que aprendimos cuando éramos menos perfectos, nos servirá para andar nuestro camino apropiadamente.

En el puente ve que el “sin cara” esta justo donde ella lo dejo. Un recordatorio que aun tiene cosas que resolver para poder avanzar.

Al ver a los padres, llora, “no engorden demasiado, los salvare”. Esa es su pelea. Lograr trascender la densidad. Simbolizada por las bestias que no controlan sus impulsos. ZEN.

Haku le da su ropa, para que ella no olvide quien es, así como la tarjeta con su nombre, El amor de sus amigos la ayudaran siempre, aun en un lugar tan lejano.

“no olvides tu nombre”. RECUERDA QUIEN ERES,

Cuando come lo que Haku había hechizado para que ella recuperara sus fuerzas, ella llora desconsolada, no lo había hecho antes. Son lagrimas de dolor, pero necesarias para poder superar sus emociones, se limpia con las lagrimas. Promete trabajar duro. Y en seguida se pone en eso.