martes, 20 de diciembre de 2011

El duende en el frasco


Erase una vez, contaba mi abuela. Que ocurrió un extraño encuentro. Iba nuestra protagonista deambulando por el bosque de las palabras, cuando. De pronto un curioso hombrecillo de orejas puntiagudas le hala el pantalón. 

Ella le saluda con amabilidad, y decide proseguir su camino, total, que estaba acostumbrada a anda sola, la compañía ya le resultaría extraña. Pasos mas adelante el inquieto hombrecillo se le atraviesa saludándola de nuevo. Algo aburrida del camino decide ver que tanto quería.

Era un bastante extraño, algo difícil de precisar. Sin duda esas orejas puntiagudas y su caminar le decían que era un duende. Pero de alguna manera no se podían ver con claridad sus rasgos. Algo le nublaba la visión.
El duendecillo, no era algo común. En un bosque lleno de todo, un duende no seria algo extraño, sin embargo este tenia una sonrisa cautivadora, algo de inocencia, algo de picarda, y mucha tristeza en sus ojos.  Como su viaje no tenia un destino fijo, se dejo llevar de la mano de el. "Ya veremos de que va todo esto", se dijo ella. 


El duendecillo le sentó en una piedra, mientras la inundaba de preguntas. Ella, sin querer decir demasiado, también le pregunto un par de cosas. El esquivo las preguntas con mas preguntas. Y le cuenta como, el de suyo, era un camino sin final, que de tanto caminarlo las provisiones que había llevado se le agotaron. Y decidió sentarse un rato a ver que mas pasaba por el camino. Que muchos de los caminantes le entretuvieron bastante, pero que tenia muchas ganas de una cerveza. 

Le contó de algunas de las  cosas que había visto por el camino, y la bruja riéndose, le contó de muchas otras que ella también.  De cuanta cosa rara podría aparecerseles por ahí.  Y ambos compartieron esas experiencias, algunas muy cómicas, otras muy tristes. Algunas de ellas muy peligrosas.

- Hay quienes andan por este bosque muy perdidos. No saben como han llegado, pero peor aun no saben para que lo recorren. Andan ciegos, encerrados en su propia mente. Alimentándose de los pedazos de si mismos que se arrancan dolorosamente. - le comenta con tristeza la Bruja

- A mi me parece gracioso. - le cuenta el duende

- A mi no, me parece lamentable. Pero ya se que de nada vale intentar ayudarlos. Algunos gritan desconsoladamente de dolor, y sus gritos pueden hacer mucho daño a mis oídos. No quieren oir, no quieren ver. Otros intentan arañar a quien los quiere ayudar, por vicio o malicia, porque se siente con derecho de herir, al sentirse heridos, esos, creo son de los peores. 

- Si, de los peores, pero no los peores - comenta el duende - Los peores son quienes los envenenan diciéndoles que su dolor no es una enfermedad, sino ellos mismos. Engañandoles para autojustificarse en su letanía. Así nunca salen del bosque, pero tampoco podrán nunca alimentarse de las letras que los rodean. 

- Tienes razón duendecillo, has resultado una compañía interesante, pensé que ibas a ser solo una distracción en el camino, pero ya voy viendo el porque de nuestro encuentro. - le responde con una sonrisa de sorpresa la bruja - lo que dices es muy cierto. Los peores habitantes de este bosque son los que envenenan las letras y se las dan de comer a los perdidos de alma. guiándolos por ruedas interminables de pesar. Aun no entiendo realmente que ganan con eso, pues al hacerlo, ellos mismos se convierten en prisioneros. 


- Son también victimas de si mismos, hey! he recordado que tengo un barril de cerveza por aquí, me acompañas a casa? - Y de la mano caminaron a la choza, donde un puerquito en crecimiento miro a la bruja inocente de su próximo destino. - Le engordo para navidades - le susurro el duende a la bruja. 

Ya en casa, la bruja vio como la imagen del duende del bosque no era la misma se había hecho algo mas alto, pero igual ella podría ver mas allá. "Aquí hay algo mas que una conversación casual, ciertamente hay algo que descubrir". 


El duende le invito un sándwich de pescado, bastante malo, y una jarra de cerveza. La bruja le ofreció aparecerle alguna otra cosa de comer o tomar, vino quizás, o chocolate. El duende se negó, para el eso era mas que suficiente y nada mas. Lo cierto era que el olor de pescado era casi insoportable. ¿Pero de donde podría provenir? 

Ni al gato le hizo mucha gracia el pescado, lo miro con cara de resignación y en protesta dijo un "miau" como quien suspira para si mismo. 

En las paredes de la casa, habían un par de docenas de pinturas. 

- !Aja duende, con que eres artista! 

- Si, si algo, dime sin reparos que opinas de ellas? por favor no mientas por ser amable, dime que piensas sin mentirme. 

- No tengo porque mentirte, te diré la verdad aunque te enojes, solo espero que no te enojes. 

- No lo haré, criticarme duramente por favor. 



Viendo poco a poco cada imagen, la bruja fue entendiendo la verdad de ese encuentro, y fue dándose cuenta del verdadero corazón del duende. Pero prefirió no decirle nada, era evidente que podría espantarlo si el se daba cuenta de quien era ella y de cuanto podría saber de el solo por su arte. Así que se limito a irle criticando amablemente al mismo tiempo que iba pelando la cascara del duende, por decirlo de alguna manera. Pero para eso ella también tendría que ir enseñándole mas de si misma. ¿Quien descubriría a quien primero? La bruja sonreía, el reto era muy interesante. 

A medida que hablaban de las pinturas, el duende iba dejándose ver un poco cada vez, rehuyendo en ocasiones, como para no dejar que se viera su real yo. Pero poco a poco dejaba caer el peso de su capa protectora. La Bruja se sonreía para si misma, el no lo sabia, pero era cada vez mas encantador. 

En una de las pinturas aparecía una especie de frasco, con lo que podría haber sido un ser vivo adentro. Nada agradable de ver.


Chocante apariencia, pero intrigante. Acostumbrada a no dejarse llevar por las apariencias decidió que era el momento de no perder mas tiempo por lo que le dijo al duende. 

- Porque no terminas de enseñarme lo que no quieres que vea?
- No se a que te refieres

- Si lo sabes. !Venga! !enséñame de una vez!

- Solo me criticaras por morbo insano, no te va a gustar y dirás malas cosas de mi.

- Sera que entonces he perdido mi tiempo contigo hoy? varias horas de conversación y no te das cuenta de quien y como soy? si el morbo fuese lo que me motivaría, estaría en el bosque intentando atrapar a alguno de los fenómenos extraños que se ven por ahí. No contigo, aguantando tu olor a pescado. 

El duende lo dudo, y admitió que si olía algo feo. Es mas, en mucho tiempo nadie, excepto su gato, había querido acercarsele, o quedarse cerca de el por mucho rato. Sin embargo, eso de dejarse ver tal cual era, no había pasado por su mente. Lo dudaba y dudaba, pero el también sabia que ese encuentro no era nada ordinario. Respiro profundo y se armó de valor, para decirle la verdad. 

- Yo no soy como tu o como los demás, yo vengo de un frasco, lleno de gelatina azul. Ahí crecí. Ahí estoy todavía. 

- Si, esto que veo de ti no eres realmente tu, cierto? que es? tu mente? una proyección?

- No lo se, creo que solo una parte de mi que si ha logrado salir, pero el resto de mi sigue encerrado en el frasco. 
- Supongo que una parte que ha salido porque ya no cabes en el, eres mucho mas grande. Y por lo tanto te encuentras encerrado e incomodo. ¿Has lanzado esta parte de ti al camino, buscando quien te ayude?

- No se que quiero.

- Entonces no se que darte. Quizás necesitas mas tiempo, puedo regresar luego.

- Es que no lo entiendes, en el frasco estoy yo. El frasco soy yo, no puedo dejarlo. 

- Entiendo. Pero, no, el frasco no eres tu, tu estas dentro de el, y ya te queda estrecho e incomodo. Sin contar que si prolongas lo inevitable podría reventarse y cortarte, terminarías por hacerte mucho daño al no querer hacer lo que necesitas hacer. 

- No es fácil. No conozco nada mas. No se ser nada mas. Soy lo que esta en el frasco. ¿Como vivir sin el gel azul?

- Te niegas a entender que la parte mas importante de ti ya salio. Lo comprendas o no en realidad estas afuera y estas adentro. Has salido al camino a buscarte a ti mismo, cuando siempre has estado en tu casa, encerrado en un frasco. Miras el bosque pero no puedes alimentarte de el, te ríes de los demás porque no te puedes ver a ti mismo. Te alimentas sin disfrutarlo porque apenas y te conoces. A tu alrededor apesta, y lo sabes, pero no haces nada para resolverlo. Dime, ¿cuanto tiempo mas seguirás así?

 El duende quería llorar, pero no podía, estaba confundido y temeroso. 

- Tu me atrajiste a ti. Procuraste llamar mi atención y me has traído a tu casa.  Puedo ayudarte - Le dijo la Bruja con ternura - pero solo si lo quieres. 

- ¿Y que debo hacer ahora?

- Vamos a donde tienes el frasco. 


Llegaron y el olor era insoportable. La bruja quemo algo de incienso. La sensación de nostalgia, tristeza, perdida y abandono le pego directo en el pecho. Le recordó a ella misma todo lo que estaba pasando, y la razón por la cual ella decidió caminar por el bosque esa noche. Sus ojos se llenaron de lagrimas, pero no estaba ahí por ella, sino por el. ¿O quizás por ambos? 

Con voz firme pero cariñosa le ordenó : - !Duende Sal del Frasco !

- ¿Pero como? esta tapado y cerrado no hay por donde. Tengo miedo. 

- !SAL DEL FRASCO! nada te lo impide. Sienteme, siente esa fuerza que te llevo a tocarme en el bosque. Siente la confianza que me tuviste al traerme a tu casa. Soy tu amiga. Yo no te dejare solo. Pero tu tienes que dar el paso. 

Poco a poco el duende salio estirándose fuera de la boca del frasco. la sustancia azul chorreaba por el piso con un olor nauseabundo. El duende estaba recubierto de escamas. Casi se resbala con el piso y el gel, pero la bruja le dio la mano. Con una sonrisa le ofreció una toalla. El Duende temblaba. y mientras lo hacia, las escamas se le caían al piso. al igual que una cola espinosa.

- Vaya Sr Duende, si usted es un tritón
- No no soy eso, soy un duende muy particular. 
- Si, ya lo veo, nada común. 

Y entre risas la piel vieja del Duende caía. Ya los ojos tristes se llenaban de luz, y su cuerpo encorvado iba tomando su verdadera estatura. 

- Pero extraño el frasco. - Dijo el duende mirando hacia atrás - Todavía queda una parte de mi en el. 

- No, el frasco es tu pasado, tu estas aquí completo. Nada queda de ti allá. De el queda en ti, solo el recuerdo. El recuerdo de cuando vivías encerrado e incomodo en ti mismo. No tienes nada que lamentar de lo que quedo atrás. mira como tu vieja piel se cae deslizándose. Y como tu ya te ves diferente y completo. 

- Me siento raro. Este no soy realmente yo. 

- Eres todo el tu que quieres ser en este momento. Paulatinamente te sentirás cómodo en tu nueva piel. Ya estas listo. Ahora aprende a respirar. 


Y así lo hizo.... 

El duende salido del frasco era un hermoso ser de orejas puntiagudas, algo inseguro de su paso, y temeroso de respirar, pero la bruja sutilmente le ayudo. 

Ya frente a la chimenea y mas tranquilo, el duende le dice.

- Hay algo que no te he dicho aun. Mientras ha pasado todo esto he visto en ti muchas cosas raras, has sido , a mis ojos, varias mujeres al mismo tiempo. A veces una niña inocente y picara, en otras una mujer experimentada y segura, llegaste a verte como una anciana reilona y sabia. Hasta llegaste a parecer un tigre en algunos ratos. No quise decir nada, porque apenas entendía que me sucedía a mi mismo. Te agradezco de corazón que me ayudaras y no se como pagártelo. Disculpa si abuso de ti una vez mas, dime, ¿Y tu quien eres?

- Soy solo una Bruja. una que te agradece el que la llevaras de la mano por el bosque. Hoy he entrado a pensar en mi misma, en mi tristeza y mis problemas. tenia una pesada carga y quería dejarla enterrada en el bosque. Pero quizás eso habría creado un mal árbol. Tu me has distraído del propósito que pudo haberme hecho daño. A medida en que te ayudé a salir del frasco tu me ayudaste a aligerar mi carga. Toqué tu corazón, solo porque tú tocaste el mio. Así que nada me debes. Somos amigos. 






Escrito por Andrea Green.
20/12/2011









domingo, 18 de diciembre de 2011

El Dhammapada. Capitulo Capítulo 5: Necios



Capítulo 5: Necios

60. Larga es la noche para aquel que está despierto. Largo es el camino para el viajero cansado. Larga es la existencia repetida para los necios que no conocen la Enseñanza sublime.

61. Si un hombre busca y no puede encontrar alguien que es mejor o igual que él, que prosiga reciamente la senda de la vida. No puede haber amistad con un necio.

62. «Tengo hijos, tengo riqueza», así contabiliza el necio en su mente. Pero él mismo no se pertenece.¡Cuánto menos los hijos y la riqueza!

63. Un necio consciente de su necedad es por tal razón un hombre sabio, pero el necio que piensa que es un sabio es verdaderamente un necio.

64. Aun si toda su vida un necio se asocia con un sabio, no comprenderá la Enseñanza, igual que la cuchara nunca captará el saber de la sopa.

65. Si un hombre inteligente se asocia con uno sabio, aunque sólo sea por un momento, rápidamente comprenderá la Enseñanza, como la lengua capta el saber de la sopa.

66. Necios, hombres de inteligencia inferior, se comportan como sus propios enemigos, cometiendo males actos que producen frutos amargos.

67. No está bien hecho aquel acto que causa remordimiento después de llevado a cabo, y cuyo resultado uno experimenta lamentándolo con lágrimas en la cara.

68. Bien hecho es aquel acto que no causa arrepentimiento y cuyo resultado uno experimenta con la mente llena de gran deleite y felicidad.

69. Mientras un mal acto cometido no da su fruto, durante ese tiempo el necio lo cree tan dulce como la miel, pero cuando el mal acto madura, el necio se enfrenta al dolor.

70. Aunque mes tras mes un necio sólo pudiera comer como mucho alimento un pellizco de hierba kusa, aun eso no sería la sexta parte.

71. Un acto malo ejecutado no da su fruto inmediatamente, igual que la leche no se vuelve agria enseguida. Tal como el fuego cubierto de cenizas arde, así el mal acto persigue al necio quemándolo.

72. Para su ruina, por supuesto, consigue el necio conocimiento y fama, que oscurecen su destine y ofuscan su mente.

73. Ese necio desea reputación y prioridad entre los monjes, autoridad en los monasterios y honores entre otras familias.

74. Deja que laicos y monjes piensen que él es el que ejecuta cada trabajo, grande o pequeño, dejando que se refieran a él. Así es la ambición de este necio, aumentando sus deseos y su orgullo .

75. Mas, ciertamente, uno es el sendero que conduce a las conquistas mundanas y otro el que lleva al Nibbana. Comprendiéndolo así el monje, no se regocija con los favores mundanos, sino que cultiva el desapego.



viernes, 16 de diciembre de 2011

Frases del Buda Sakyamuni (566 a 478 a.C)

“La confusión condiciona la actividad, la que condiciona la consciencia, la que condiciona la personalidad encarnada, la que condiciona la experiencia sensorial, la que condiciona el impacto, el que condiciona el estado de ánimo, el que condiciona el anhelo, el que condiciona el aferrarse, el que condiciona el llegar a ser, el que condiciona el nacimiento, el que condiciona el envejecer y la muerte.” Buda Sakyamuni “El pensamiento se manifiesta en la palabra La palabra se manifiesta en un hecho El hecho se desarrolla en un hábito El hábito se solidifica en el carácter Del carácter nace el destino De manera que observa con cuidado tus pensamientos y permíteles nacer del amor que nace del respeto a todos los seres” Buda Sakyamuni (566 a 478 a.C)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El Dhammapada. Capitulo 4: Flores



Capítulo 4: Flores

44. ¿Quién comprenderá esta tierra y el terreno de Yama y este mundo de los devas ? ¿Quiéninvestigará el bendito Camino de la Virtud como el experto que selecciona las mejores flores ?

45. El discípulo que se ejercita, comprenderá esta tierra y el terreno de Yama y el mundo de los devas.El discípulo que se ejercita, investigará el bendito Camino de la Virtud, como el experto que selecciona las mejores flores.

46. Percibiendo este cuerpo como la espuma y comprendiendo que es como un espejismo, aniquilará las espinas de las pasiones sensuales y burlará la vigilancia del rey de la muerte .

47. Al que recoge tan sólo las flores (de los placeres sensoriales)y cuya mente se distrae (en los objetos de los sentidos), la muerte le arrastra como una enorme inundación arrasa a un pueblo entero mientras duerme.

48. Al hombre que toma las flores (de los placeres sensoriales)y cuya mente se distrae, insaciable en sus deseos, el Destructor lo pone bajo su dominio.

49. Así como la abeja liba en la flor, sin dañar su color y esencia, y luego se aleja, llevándose únicamente la miel, así el sabio pasa por esta existencia.

50. No deberíamos considerar los fallos de los demás, ni lo que los otros han hecho o dejado de hacer, sino nuestros propios actos cometidos u omitidos.

51. Igual que una flor bella y de brillante color, pero sin perfume, así son de estériles las buenas palabras de quien no las pone en práctica.

52. Igual que una flor bella y de brillante color, y asimismo rebosante de perfume, son de fructíferas las buenas palabras de quien las pone en práctica.

53. De la misma manera que un montón de flores hacen muchas guirnaldas, así muchos actos buenos deben ser efectuados por aquel que nace como ser humano.

54. El perfume de las flores no se propaga contra el viento, como tampoco la fragancia de la madera del sándalo, del rododendro o del jazmín, pero la fragancia del virtuoso se esparce contra el viento. La del hombre virtuoso se expande en todas las direcciones.

55. Madera de sándalo, rododendro, loto, jazmín: muy superior a todas estas clases de fragancia es la de la virtud.

56. De pequeño alcance es la fragancia del rododendro o del sándalo, pero la de la virtud es suprema y se esparce incluso entre los dioses.

57. Mara no encuentra el sendero hacia aquellos que son perfectos en la virtud, viviendo vigilantes y libres de mancillas, a través de la perfecta realización (de las Verdades).

58-59. Del mismo modo que puede germinar y florecer un aromático loto en un estercolero, así, entre los ofuscados, deslumbra en sabiduría el discípulo que sigue al Perfecto Iluminado (el Buda).

domingo, 11 de diciembre de 2011

Capítulo 3: La mente



33 Esta mente voluble e inestable, tan difícil de gobernar, la endereza el sabio como el arquero la flecha.

 34. Esta mente tiembla como un pez cuando lo sacas del agua y lo dejas caer sobre la arena. Por ello, hay que abandonar el campo de las pasiones

 35. Es bueno controlar la mente: difícil de dominar, voluble y tendente a posarse allí donde le place. Una mente controlada conduce a la felicidad.

 36. La mente es muy difícil de percibir, extremadamente sutil, y vuela tras sus fantasías. El sabio la controla. Una mente controlada lleva a la felicidad.

 37. Dispersa, vagando sola, incorpórea, oculta en una cueva, es la mente. Aquellos que la someten se liberan de las cadenas de Mara.

 38. Aquel cuya mente es inestable, no cono ce la enseñanza sublime, y aquel cuya confianza vacila, su sabiduría no alcanzará la plenitud.

 39. Aquel cuya mente no está sometida a la avidez ni es afectada por el odio, habiendo trascendido tanto lo bueno como lo malo, permanece vigilante y sin miedo.

 40. Percibiendo que este cuerpo es frágil como una vasija, y convirtiendo su mente tan fuerte como una ciudad fortificada vencerá a Mara con el cuchillo de la sabiduría. Velará por su conquista y vivirá sin apego.

41. Antes de que pase mucho tiempo, este cuerpo, desprovisto de la consciencia, yacerá arrojado sobre la tierra, siendo de tan poco valor como un leño.

42. Cualquier daño que un enemigo puede hacer a su enemigo, o uno que odia a uno que es odiado, mayor daño puede ocasionar una mente mal dirigida.

43. El bien que ni la madre, ni el padre, ni cualquier otro pariente pueda hacer a un hombre, se lo proporciona una mente bien dirigida, ennobleciéndolo de este modo.

jueves, 8 de diciembre de 2011

El Dhammapada. Capitulo 2. La Atencion.






21. La atención es el camino hacia la inmortalidad; la inatención es el sendero hacia la muerte. Los que están atentos no mueren; los inatentos son como si ya hubieran muerto.

22. Distinguiendo esto claramente, los sabios se establecen en la atención y se deleitan con la atención, disfrutando del terreno de los Nobles.

23. Aquel que medita constantemente y persevera, se libera de las ataduras y obtiene el supremo Nibbana.

24. Gloria para aquel que se esfuerza, permanece vigilante, es puro en conducta, considerado, autocontrolado, recto en su forma de vida y capaz de permanecer en creciente atención.

25. A través del esfuerzo, la diligencia, la disciplina y el autocontrol, que el hombre sabio haga de sí mismo una isla que ninguna inundación pueda anegar.

26. El ignorante es indulgente con la in atención; el hombre sabio custodia la atención como el mayor tesoro.

27. No os recreéis en la negligencia. No intiméis con los placeres sensoriales. El hombre que medita condiligencia, verdaderamente alcanza mucha felicidad.

28. Cuando un sabio supera la inatención cultivando la atención, libre de tribulaciones, asciende al palacio de la sabiduría y observa a la gente sufriente como el sabio montañero contempla a los ignorantes que están abajo.

29. Atento entre los inatentos, plenamente despierto entre los dormidos, el sabio avanza como un corcelde carreras se adelanta sobre un jamelgo decrépito.

30. Por permanecer alerta, Indra se impuso a los dioses. Así, la atención es elogiada y la negligencia subestimada.

31. El monje que se deleita en la atención y observa con temor la inatención, avanza como el fuego, superando todo escollo grande o pequeño.

32. El monje que se deleita en la atención y observa con temor la inatención, no es tendente a la caída. Está en presencia del Nibbana


miércoles, 7 de diciembre de 2011

Oraciones Espiritas. Allan Kardec. Prologo.


Colección de Oraciones Espiritas.
Extractadas de las Obras de Allan Kardec
Editorial Kier, S.A
Santa Fe 1260 - 1059 Buenos Aires

PROLOGO

La forma nada es, el pensamiento es todo. Rogad cada uno según vuestras convicciones y del modo que mas os conmueva; un pensamiento bueno vale mas que numerosas palabras, en las que para nada esta el corazón. 

Los espíritus del Señor no prescriben formulas absolutas para la oración; cuando dan alguna, es con el objeto de fijar ideas, y, sobre todo para llamar la atención sobre ciertos principios de la doctrina espiritista. También lo hacen lo hacen para ayudar a las personas que se confunden al emitir sus ideas, porque hay muchas que no creerían haber rezado si sus pensamientos no estuviesen formulados. 

La "Colección de Oraciones" contenidas en este pequeño devocionario, las mas han sido sacadas del "evangelio según el espiritismo", por Allan Kardec, y las otras de varios autores; todas tienen  un mismo principio fundamental, que es elevar nuestra alma a Dios. 

Esta colección no debe considerarse como un formulario absoluto, sino como una variedad entre la instrucción que dan los espíritus. 

El espiritismo reconoce como buenas las oraciones de todos los cultos, cuando hablan con el corazón y no con la boca; no impone ni vitupera ninguna; Dios es muy grande para rechazar la voz que le implora y canta sus alabanzas, porque se haga de un modo mas bien que de otro. El que lanzase el anatema contra las oraciones que no estuviesen en su formulario, probaría que desconoce la grandeza de Dios. Creer que Dios escucha solo una forma es quererle atribuir atribuir la pequeñeces y las pasiones de la humanidad.